Bebita

Había dormido esa noche con muchas ansias. Desperté en la mañana. No recuerdo muy bien a qué hora llegó a la casa. La pusieron en mi cama. Parecía un tamal y no la dejaba de mirar. Estaba dormida.

Lloró casi toda la noche.

Recuerdo mucho que me cogía fuerte del meñique, era una costumbre suya.

Creció y ya se le cayeron algunos dientes.

Va al colegio. Esta en segundo grado y a veces me demuestra mucha madures. Se ríe, me abraza, me pega, me grita, en fin.

Siempre le recuerdo que parecía un tamal, muy enrrollado.

Sé que no tendré otra.

Siempre será mi bebita.